jueves, 16 de junio de 2011

22 febrero 2006: Cucurrucucu, paloma

Una anciana alicantina acudió ayer al hospital de San Juan tras practicar la respiración artificial a una paloma callejera, por miedo a padecer la gripe aviaria.

Mientras preparaba unas deliciosas lentejas, J. me llamó para que viera una cosa en Internet. Cuando leí esta noticia consideré que era de esas que tienes que guardar toda la vida, no solo por la candidez de esta señora, sino por su ocurrencia, en estos casos es cuando piensas que existen personas mucho más buenas que tú podrías ser nunca, ya que por ejemplo a mí nunca bajo ninguna circunstancia se me ocurriría hacerle la respiración boca a pico a una paloma, a esta señora deberían nominarla para el premio Nóbel de la Paz, se de mucha gente que está nominada por cosas más nimias. Al fin y al cabo intentó salvar su símbolo, eso ya es algo.

Ahora la paloma falleció, eso debió de ser un disgusto, seguro que le había preparado de cena un poquito de miga de pan mojadita en leche templada y le había preparado una cunita con una caja de zapatos forrada con papel de periódico, para que no pasara frío.

Claro que esta buena mujer, después de su gran hazaña, empezó a encontrarse mal, vio los telediarios y se dijo “¿no habré pillado la gripe aviar?”, lo que me hubiera encantado ver por un agujerito es la explicación que le dio al grupo medico que la atendió en el Hospital. La cara de sorpresa del personal sanitario debió de ser un número. Y es que a lo mejor la culpa la tiene tanta serie sobre hospitales y médicos que invade las noches televisivas. Quizás querría emular a George Cloony gritando por su casa “¡desfribrilador, 4 miligramos de diacepán , respirador, esta paloma se nos va!” O querría salir en los programas de testimonios “le intenté salvar la vida, por desgracia no lo conseguí, mi recompensa es ver como su familia y amigos se acercan a mi en el parque para agradecérmelo”.

Y es que la bondad y la cretinez humana no tiene límites, noticias como esta son las que hacen que de vez en cuando el día se te alegre leyendo las noticias. Lo de que de verdad espero es que esta Abuelita Paz de carne y hueso se haya recuperado de su gripe común y que siga ayudando al prójimo porque si ha sido capaz de hacer eso por una paloma, es seguro que tiene un gran corazón.

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