Pero hoy tengo que hablar, no especialmente de política aunque para algunos el tema del asesino que ha salido de la cárcel sea un tema político.
Iré a lugares comunes, pero un tío que ha asesinado a 25 personas, y ha destrozado la vida a los familiares de esos 25, un asesino que no se arrepiente, que dice que la mayor satisfacción de su vida es ver a unos niños pequeños llorar la muerte de su madre y de su padre, un tipejo que se ofrecía voluntario para apretar el gatillo hasta completar la cifra de 25. Antes de que lo pillaran. Un bicho que pertenecía a la Ertzaintza que era un servidor público al servicio de la seguridad de todos, que no se había educado en un ambiente nacionalista y que hasta hace unos meses no pintaba nada en la cúpula de ETA. Ahora es un héroe.
No puedo comprender como gente que tiene familia, porque los de HB tienen familia, puede ver como un ídolo a un asesino en serie, y es que a este animal, le gustaba su trabajo, le encantaba asesinar, se ofrecía voluntario, veía por televisión los funerales de sus asesinados, sino ¿cómo sabe cómo lloraban los niños a sus padres? y seguro que los grababa, para poder seguir sintiendo el placer de sus asesinatos después de cometidos.
Bueno pues este gobierno lo manda para casa, ha cumplido su condena, le condenaron por un delito dicen los políticos y los entendidos “de opinión”, pero que está recogido en el Código Penal, con lo cual de opinión o no delito al fin y al cabo, tenía que haber cumplido tres años más, le echamos la culpa a los jueces, pero ellos sólo aplican la ley, que por otra parte, para eso están, pero (como se dice en mi pueblo) "que entripao", tener que juzgar a esta bestia por un delito de apología del terrorismo y que el Gobierno lo envíe a su casa por cuestiones humanitarias. ¿Dónde queda la humanidad con el resto de a sociedad, con los amigos y familiares, que nunca recuperaran a sus seres queridos?
El caso es que no está donde todos quisiéramos que estuviera, ya come, ya bebe, ya puede celebrar con sus amiguitos su triunfo. Lo siento dejo de hablar de esto, la que va a dejar de comer soy yo. Es un día para que todos hagamos huelga de hambre, un día para protestar por esta injusticia que se nos hace a todos. Sobre todo a los niños que tanta satisfacción le dieron, a esa alimaña, cuando lloraban la muerte de sus padres.
Mi recuerdo para los 25:
Coronel Vicente Romero, su chófer Juan García, el tédax Esteban del Amo, Eugene Kent Brown, Juan Carlos González, Vicente Javier Domínguez, Juan José Cantón Vázquez, Juan Mateos Pulido, Alberto Alonso Gómez, Comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, teniente coronel Carlos Vesteiro Pérez, soldado Francisco Casillas Martín, Jesús María Freixes, Santiago Iglesias Rodino, Carmelo B. Alamo, Miguel A. Cornejo Ros, José Calvo Gutiérrez, Andrés José Fernández Pertierra, Antonio Lancharro Reyes, José Joaquín García Ruíz, Jesús Gimeno Gimeno, Juan Ignacio Calvo Guerrero, Javier Esteban y Ángel de la Higuera López
No hay comentarios:
Publicar un comentario